Ptr. Pablo Rodriguez / Blog
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Jun/03.2019
En 1/o de Rey.3:16-28 habla de dos mujeres que no se mencionan sus nombres, pero dice que eran rameras, o sea prostitutas, sin embargo Dios quiso que esta historia quedara registrada para nuestra enseñanza.
Las dos moraban en la misma casa por cuestiones de “trabajo” las dos se embarazaron y dieron a luz pero una de ellas mato a su hijo porque sin darse cuenta en la noche se acostó sobre el, y a media noche hizo un intercambio puso su hijo muerto y se llevo al vivo pero la otra mujer al observarlo por la mañana se dio cuenta que no era su hijo el problema fue tan grande que fueron ante el rey Salomón y este mostrando su gran sabiduría dijo que partieran al vivo y dieran la mitad a cada quien, la mujer que no era la madre estuvo totalmente de acuerdo pero la verdadera madre no lo estuvo porque se le conmovieron las entrañas y estuvo dispuesta a que la otra mujer se quedara con su hijo con tal de que no lo mataran, el rey se dio cuenta que ella era la verdadera madre la cual recupero a su hijo.
Que podemos aprender de esta historia? dice la Biblia que Satanás vino para hurtar matar y destruir. Jn. 10:10 y déjame decirte que mientras dormimos espiritualmente y si nos descuidamos viene el enemigo e intercambia cosas que Dios nos ha dado, las cosas vivas por cosas muertas.
Dios puso en ti una comunión viva pero el enemigo te la intercambia por una comunión muerta, de rutina, mecánica, Dios también puso en ti una adoración y una alabanza viva
pero el enemigo te la quiere cambiar por quejabanza por algo muerto que no llega a Dios, El busca adoradores en Espíritu y verdad, pero el enemigo sigue colocando niños muertos como el desanimo, la duda, empezamos a cuestionar si realmente tenemos un llamado, si vale la pena o no, puede ser el enojo, el rencor, y cuantas cosas más y no solo esos niños muertos sino muchos más; como un ministerio muerto, un talento muerto, porque allí esta pero no funciona y tal vez puedes decir yo soy muy fiel en la iglesia no tomo, no fumo, no hago cosas malas pero sabes que, eso no es ser cristiano eso es vivir apenas honestamente.
Esta mujer se dio cuenta que no era su hijo cuando lo observo en la mañana a la luz del día es decir a la luz del evangelio, tú también puedes darte cuenta a la luz de la palabra que esas cosas muertas no son tuyas y no tienes porque aceptarlas si no reprenderlas esta mujer vio su gran problema y no pudo resolverlo en sus fuerzas y fue hasta el palacio del rey y su problema se resolvió.
Si el enemigo te ha intercambiado un niño muerto ven al palacio del rey Jesucristo el te puede devolver lo que es tuyo, es decir cosas vivas, tienes que Tomarlas porque Dios te las dio y no permitas que el enemigo te las cambie por cosas muertas.
Dios te bendiga. M. Pablo Rodríguez